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Listo Vieja no creo en naiden
<En Münich
De la boca de la Canciller, no salía respuesta en ese mismo instante, más lo que si salía, era un suave suspiro, apenas audible, en conjunción con la ceniza cediente del cigarro, que se encontraba atrapado entre sus dedos índice y corazón. El hedor a cigarro impregnaba sus labios, y su ropa, más el humo, se disipaba entre el frescor de aquella noche a pesar de todo, Probablemente llevaba rato ahí fumando, dado fuera el caso.
>Charlotte
"Gut... Gut... Es importante que no se duerma en ningún momento en los laureles... Nunca se sabe quién va a salir por debajo a lanzar sus garras... Podría ser Katyusha, o incluso peor, podría llegar ella a mantener su palabra de no agresión"
Con ello, dió una pequeña calada, más, el humo fue abandonando muy lentamente su boca... Su mirada aún estaba hacia adelante en aquel momento, todavía dando la espalda a Emma.
>Charlotte
"Es lamentable poner tanto trabajo sobre sus hombros, y tener que gastar recursos en operaciones de ese tipo; más sin embargo, prefiero que se tomen todas las precauciones necesarias para que se mantenga el Status Quo que hay ahora mismo... Después iré en persona a felicitarle, y recompensarle obviamente, por su labor..."
De pronto, se dió media vuelta, y allí se encontraba ya con la silla preparada para su compañera. Está vez le estaba mirando de frente, más su rostro se encontraba sereno, y sus ojos verdes puestos delicadamente sobre Emma, lejos de cualquier juicio, irá, o interrogación alguna.
>Charlotte
"Igualmente, para usted, muchas gracias por su labor, por su tiempo, y por sus esfuerzos... Así que, si me lo permite, y admite está incomodidad e increpancia, al quitarle horas de su sueño, tome asiento y acompañeme en esta noche"
Tal y como lo había escuchado, no estaba sorda, no estaba delirando: Ahí estaba, no solo invitandole a estar con ella, de forma voluntaria, y sin trabajo como excusa, incluso le agradecía por todo lo que había hecho hasta ese momento... Si ese era el día para pedir un deseo, muy seguramente era ya hora de pedirlo, pues muy seguramente se le iba a cumplir, pues, aquello era definitivamente más raro que la aparición del Cometa Halley. Charlotte no continúo diciendo nada más, mucho menos continúo fumando, hasta que Emma se sentase a su lado, y para cuando está lo hacía, volvía a retomar todo aquello como si nada hubiese pasado, específicamente, tras haberle dado llama al cigarro de su compañera. Ruth parecía asomarse, e incluso acercarse hacia aquel balcón, pero, con la misma repentinidad con la que apareció, se desvaneció de vuelta hacia la casa... Normalmente, en circunstancias dónde Charlotte se ponía así, Ruth le sorprendía con una taza de café, mientras ella se servía algo de Té, siendo ello la razón para que ambas pudieran sentarse a hablar acerca de cualquier frivolidad que pasase por sobre sus cabezas o corazones en ese mismo momento. Aquella noche, tal cosa no sucedería, pues, el lugar de Ruth había Sido ocupado en aquella ocasión por Emma, pero, más que incomodarse o molestarse, era todo lo contrario... Aunque las vistas de Emma y Ruth se llegaban a cruzar por un instante, le veía contenta, sonriente, incluso le llegaba a dar un pequeño asentir con su cabeza, antes de devolverse por dónde vino, con tal y no incomodar o interrumpir a aquel par.
>Charlotte
"...Inútiles..."
Sus labios no tocaron su cigarro, y su mirada, se perdía entre el cielo y las nubes. Varias veces negó con su cabeza.
>Charlotte
"A estas alturas de nuestras vidas, no me puedo permitir siquiera pensar en tales cosas... Antes de llamarles inútiles, primero me culparía a mi misma, pues, durante todos estos años, su ayuda ha tenido un valor incalculable en todas mis decisiones, y en la paz que ahora parece cernirse sobre nuestras cabezas"
Solo movió su mano para sacudir la ceniza.
>Charlotte
"Inútiles...
Nein, Nein, Nein'... No tengo ni razón, ni lógica, ni motivo alguno para despreciarles de tal forma..."
Parecía que iba a decir algo más, pues su boca se quedó abierta por un momento, más, no salió palabra en ese momento, solo se llevó el cigarro a su boca, y entonces, dió una larga, larga calada...
>Charlotte
"...No puedo juzgarle por su presunción, pues, fácilmente mis palabras y mis acciones pueden dar pie a tal conclusión..."
Era... ¿Una disculpa? ¿Una aceptacion de que, en efecto, les había llegado a ver en algún momento como fichas o piezas?... No había nada concreto en base a sus palabras, pero, sus ojos se entrecerraban por un momento, justo cuando dió aquella larga calada... El tono de su voz incluso cambio, a uno más... ¿Calmo?... Podría decirse que, al menos a su manera, tal era su forma de mostrarse arrepentida... Tal expresión se borraba de un plumazo, pues, había algo que Emma había dicho, que retumbó bastante en sus tímpanos, tanto al punto en que su rostro se volvía hacia ella, e incluso se quitaba el cigarro de la boca.
>Charlotte
"...¿Admirado?..."
Modelo a seguir, incluso, alguien sobre el cual apoyarse al momento en que todo se fuera a la mierda, alguien en quien confiar para que le ayudase a salir del barro, y alguien en quien poner su fé... Y más importante aún, alguien sobre quién basarse, para poder sacar su gallardía y valentía adelante, a pesar de cualquier adversidad... Emma terminaba poniéndose roja, e incluso volteaba la cabeza hacia un lado, aún con Charlotte mirandole, todavía anonadada, para bien, de lo que había escuchado... No hubo respuesta inmediata, pues, en su lugar, la Canciller dió una calada pequeña, y de a poco, fue soltando el humo de su cigarro.
>Charlotte
"Con permiso"
Lo diese o no, poco importaba, era una muletilla que se le sabía salido por pura costumbre. Su diestra tomo la mandíbula de Emma con cuidado, y en lugar de sacudirla, o abofetearla por aquello, le hizo que le viera a esas esmeraldas que tenía por ojos.
>Charlotte
"No hay de que apenarse, hay que apenarse, si dejas que tales emociones te dominen, y nublen tu juicio y tu cuerpo entero"
De pronto, su misma diestra se posaba sobre su mejilla.
>Charlotte
"El miedo es algo que, queramos o no... Siempre... Siempre se va a quedar con nosotros, por mucho que intentemos eliminarlo por completo-"
De repente sus ojos se entrecerraron, y su mirada se ladeo.
>Charlotte
"
Incluso después de tantos años, aún me falta aplicar esa lección"
Con la misma repentinidad con la que sucedió, sus ojos esmeralda se posaron sobre los de Emma.
>Charlotte
"...En mi caso... No tenía a quien acudir o en quien basarse para sacar tal valentía, más que insultar con mi temple a todo aquel que me quisiese ver destrozada en el suelo... Tal cosa como el miedo, lograba domarla a través de burlas, insultos, y siempre riendo..."
Y ahí, es donde todo tomaba sentido: El hecho de que ella, durante el Ishimura, soliese reírse tan eufóricamente, con tanta frecuencia, e incluso durante sus torturas y castigos... Aquello era miedo puro y duro, miedo enmascarado y ahogado mediante risas. Su fortaleza residía en tal cosa. Nunca fue Superman, nunca fue 100% fuerte, nunca fue inamovible... Mientras más fuerte se riese, más y más miedo era el que tenía, y, tal cosa, la había demostrado, sin darse cuenta, aquella catartica noche del escape.
>Charlotte
"...Ahora entiendo aquello de cuando una mano lavaba a la otra..."
Su palma daba unas cuantas palmadas a la mejilla de su compañera, a lo cual, iba quitandola despacio de su rostro, más sus ojos no se quitaban de encima suyo... Normalmente, aquello era una muy mala señal, pues, significaba alguna especie de interrogatorio, alguna especie de castigo, e inclusive, el próximo blanco de la ira de la Canciller, más sin embargo... Aquellos ojos no mostraban irá alguna, no mostraban malicia alguna para con su compañera ahí frente suyo... Incluso, sin darse cuenta, una pequeña sonrisa se formaba en sus labios, apenas perceptible, pero que, en su semblante común, resaltaba como oro de 24 kilates.
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